ADIÓS SEÑOR LINDBERGH
El mundo de la moda llora la pérdida de uno de los fotógrafos más importantes de la historia, Peter Lindbergh. Considerado uno de los más grandes en su especialidad, a Lindbergh se le recuerda por ser el fotógrafo de las súper modelos de los noventa gracias a su portada en el Vogue Británico de 1990, para la que reunió a Cindy Crawford, Christy Turlintong, Linda Evangelista o Naomi Campbell entre otras.
Pero más allá de esta portada Peter Lindbergh supo crear un estilo personal, sencillo y sublime que se alejaba de la estética recargada y transgresora de las décadas de los setenta y los ochenta. El fotógrafo alemán se desmarcó de importantes nombres de la época como Helmut Newton o Guy Bourdin creando un discurso estético y visual más cercano a la fotografía documental que a las excéntricas escenas creadas por sus antecesores. Más cercano al ideal de Avedon, fue el responsable de que las poses naturales, la cara lavada, la frescura y naturalidad en general ganaran protagonismo.
La fotografía en blanco y negro era uno de sus sellos de identidad porque como él mismo admitía: “cuando un rostro está cerca de la perfección, retratar en color le resta mérito”. Siempre se opuso al retoque y la postproducción, al contrario que muchos de sus compañeros, porque veía la belleza en lo natural, en lo sencillo y en la calma. Prefería jugar con las luces y, en especial, con el movimiento.
Gran amante de España, Peter Lindbergh fue un habitual de las portadas de moda de nuestro país, en especial de las de Vogue. Hace tan sólo un par de meses tuvimos el enorme placer de ver uno de nuestros diseños fotografiado por este maravilloso artista. La cantante Rosalia posó para Lindbergh con nuestro vestido largo en taffeta de la colección Lucky 27, Otoño-Invierno 19-20 para la edición de Julio de Vogue España, dejando para el recuerdo unas maravillosas fotografías que siempre recordaremos con mucho cariño. Siempre estaremos agradecidos a su visión, la pasión que ponía en su trabajo y su amor por cada pequeño detalle.
Adiós Señor Lindbergh, echaremos mucho de menos tu arte.
